domingo, 11 de diciembre de 2011

Diciembre.





Diciembre. Ando por las calles lustrosamente decoradas de New York, son vísperas de navidad, se huele en el ambiente. Hay nieve por todos lados, familias comprando, otras cantando villancicos en las puertas de las casas, árboles de navidad aquí y allá.. Y yo, pues yo ando sola, con mi cámara colgada, sin ninguna preocupación, no llego tarde, no me van a cerrar las tiendas, porque no quiero árbol de navidad, porque no me falta ningún regalo por comprar, porque no tengo a quien comprarle nada. Porque no llego tarde a ninguna cena navideña.. No tengo a nadie, así que no voy a malgastar tiempo de mi vida en celebrar una época de unión familiar y de amor si no tengo con quien compartirla, aunque me duele. No sé que hice para merecer todo esto, para merecer esta soledad, estas ganas de no vivir. ¿Por qué? ¿Por qué me quitaron a mi familia a lo único que tenía, por qué? Aún recuerdo el día en que no les quise acompañar a comprar los zapatos de mis hermanos, recuerdo aquel maldito día, recuerdo cuando aquel policía de tez oscura me dio la peor noticia de mi vida, perdieron la vida en el coche, los cuatro, ¿en serio, los cuatro? Dios, ¿por qué no me dejaste ni a uno? ¿POR QUÉ? Realmente, a veces pienso que alguien, ahí arriba intenta darme señales para que me suicide, porque esto no es vida, la vida hay que compartirla y yo no tengo con quien. Mis dos hermanitos, Dan y James, diez años, no merecían esto.. ¿Y mis papás? Las mejores personas del mundo, las que me dieron todo, las que me dieron la vida, ¿lo merecían? NO, pero en mi vida todo es así, todo son desgracias, una detrás de otra. Primero mis abuelitos, ley de vida, pero ¿y qué? Luego mis otros abuelitos, ley de vida también. Y después mis papás y los gemelos. ¿De verdad? Si esto es una broma, a mí no me hace gracia, para nada. Estoy harta de ser la ‘’pobrecita’’ la que miran por la calle con pena porque lo único que le ocurren son desgracias. Soy humana y tengo derecho a superar las cosas y así, la gente no ayuda, no quiero dar pena, quiero asimilar que son cosas que pasan pero no, es como si todo el mundo quisiera que estuviese mal.


--Flashback--
Quedan diez días para navidad y yo solo quiero morir, esto no es vida. Como cada día, me dispongo a ir a la iglesia para encender una vela por mi familia, para que vean que yo sí que les recuerdo, que les siento conmigo y que aunque les sienta, los necesito físicamente. La iglesia está vacía, como de costumbre, creo que es un buen sitio para poder hablar con los que no están, aunque no te respondan, los sientes.. Así que me dispongo a hablar primero con mis hermanos.
-Hola James, hola Dan. ¿Cómo os va todo? ¿Están bien sin mi? Supongo que sí –intento esbozar una sonrisa en mi cara- son mis primeras navidades sin vosotros, eso quiere decir que podré dormir hasta tarde, aunque os echaré de menos, chicos echo de menos vuestras voces, esto es un sin vivir.. –noté como una lágrima recorría mi mejilla hasta llegar a mi barbilla- sed buenos, y cuidarme, por favor, tarde o temprano nos volveremos a ver, os quiero..
No sabría explicar lo que me ocurrió en ese momento, pero juro que noté a mis hermanos allí, noté que me habían escuchado, y eso de alguna manera me hizo feliz.
-Mamá, papá.. hola. No sé como sigo hacia delante sin vosotros.. sí, sé que tengo 18 años y que soy mayorcita, pero no logro asimilarlo, de verdad ¿por qué tan pronto? ¿Me lo explican? Por que yo no entiendo nada –no lo pude evitar, rompí a llorar.
En ese momento escuché una voz, que provenía del último banco.. Podía oír sollozos, y ‘’no puedo con esto, no puede ser, es navidad y no estáis conmigo’’ fuera quien fuera, creo que sabía lo que sentía, esa persona seguía llorando, así que me sequé las lágrimas y decidí ir hacia allí. Me plante al frente suyo. Era un chico, castaño, con el pelo así tirado hacia arriba, sus ojos verdosos y una cara que no tiene cualquiera, no sabría describirlo pero era realmente guapo, y su mirada.. su mirada.. su mirada decía que estaba destrozado, miraba al frente y ni se inmutó de que estaba allí, así que me senté a su lado y decidí hablarle.
-Hola.. em.. ¿estás bien? –dije con miedo, no sabía como iba a reaccionar.
-No, no estoy bien, mis padres murieron arrollados por un camión hace dos meses y es mi primera navidad solo, sé que sí, soy un hombre y que no debo llorar por tonterías pero no soporto la idea de estar solo, de estar sin ellos..
Dios, me estaba contando mi historia, yo no sabía que decir.
-¿Hola? ¿Estás bien? –dijo mirándome a los ojos-
Su mirada hizo que me perdiera más en él, no sé que cara debía tener, pero acabó sonriendo y aquella maravillosa sonrisa me hizo salir de ese momento tan incómodo.
-Oh sí perdón –dije sonrojándome- es que, te parecerá raro, pero a mí me pasó lo mismo hace unos meses, murieron mis papás y mis dos hermanos en un accidente de trafico y son mis primeras navidades sola y estoy aquí rogándoles que vuelvan..-noté como ese nudo se formaba en mi garganta y las lágrimas caían una detrás de otra, no podía parar y en ese momento, me abrazó- 
-Tranquila, tranquila, tienes alguien que te comprende –dicho esto, me siguió abrazando, noté como él lloraba, no dije nada, simplemente le abracé más fuerte-
-Me llamo Brandon.
-Yo Allison..
-Encantado Allison –dijo con una media sonrisa, eso me hizo sentir bien-
-Igualmente Brandon –acto seguido sonreí yo-
Brandon se separó de mí y se ofreció a llevarme a casa.


--Volviendo a la realidad--
Desde aquél día, no he vuelto a saber nada de Brandon, aunque me gustaría volverlo a ver, saber como está.. Pero supongo que estará con sus amigos sin pensar en mí o cualquier cosa así que no le voy a dar mucha importancia..
Son las nueve, y la nieve empieza a caer más fuerte, me voy a ir para casa.
Camino a casa, no puedo evitar asomarme en la ventana de una casa, ahí hay una familia reunida, cenando, cantando y pasándolo genial, me recuerda a mi familia, todos alrededor del piano, cantando los enanos haciendo payasadas y mi papá grabando.. era todo tan genial.. los ‘porque’ vuelven a invadir mi cabeza y otra lágrima me recorre la casa, así que me voy de allí y me voy a casa.
Son las diez ya, pero por fin estoy en casa, no entiendo como tardé tanto en volver..
Tengo un sms en el móvil, de un desconocido. Lo que me faltaba, ahora me van a desear feliz navidad los de la operadora…
‘’¿Qué tal Alli? ¿Cómo lo llevas? Supongo que no muy bien, te entiendo. ¿Tienes árbol de navidad? Besos, feliz navidad’’ 
¿De quién puede ser esto? De verdad, esto no es normal, si alguien me quiere gastar una broma, que no toquen lo profundo, no quiero feliz navidad porque no la quiero pasar sola. Para mí, la navidad no existe, ¿no lo entiende la gente?
¿Y eso de árbol de navidad? ¿Qué es esto? Se están quedando conmigo y no me hace una pizca de gracia.. Voy a ver que puedo hacer para cenar, algo debe quedar en la nevera..
Mientras se calienta el fuego, me pongo a mirar por la ventana, veo la nieve caer y..
¡Esperad! ¿Qué es eso? ¿Quién canta? No logro escucharlo..
Bajo corriendo las escaleras y, oh dios..
-¿Brandon? ¿Qué haces aquí? Está nevando, hace muchísimo frío. ¿Estás loco? 
-Alli, ¿te llegó mi mensaje? Te estuve buscando por todas partes.
-¿Fuiste tu el del mensaje? 
-Sí, ¿vives aquí? 
-Ajá.
-Pues ayúdame con el árbol.
-Brandon, ¿qué árbol? Lo siento, yo y la navidad no somos amigas.
-Lo sé, sé que no crees, porque la navidad es época de amor, amistad, familia y tú no lo tienes, como yo. ¿Te crees que yo no siento lo mismo que tú? Alli, venga, confía en la navidad, confía en mí. ¿No lo sientes?
Brandon estaba demasiado cerca, y cuando digo demasiado es demasiado, podía tragarme el aire que expulsaba, no sabía que hacer, estaba perdida en esos ojos., otra vez. Aunque, bueno, no voy a negar que esa sensación me gustaba desde el primer día que la experimenté.
No sé que hacer, esos ojos tan puros tan sinceros.. Quiero saber más de él. 
-¿Dónde está el árbol? Venga vamos para arriba, que Santa no espera.
Me vuelve a sonreír y eso hace que instantáneamente sonría y me haga sentir cosas que ni yo comprendo, y subimos arriba cogidos de la mano. Proponiendo hacer de esta navidad, cada segundo especial. 
Y quizás sí, quizás este es un regalo de mis papás y los papás de Brandon, quizás esto sea un nuevo comienzo, quizás sí que quiero creer en la navidad y en todo lo demás, pero solo si lo vivo con él.


Hecho por Carlota, https://twitter.com/#!/carlotacurls

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